ISO 9001 y los factores de calidad

• Nivel de ocurrencia.

El nivel de ocurrencia es un factor que se debe tener en cuenta siempre tomando como referencia el total de la producción realizada. Si un determinado defecto aparece en 2000 artículos de la producción de una organización, no causa el mismo impacto si la producción total es de 3000 artículos que si es de 2000000. En el primer caso afecta al 90%, y en el segundo al 0.001%. Antes de tomar cualquier decisión hay que considerar el nivel de ocurrencia.

El nivel de ocurrencia ayudará a determinar si nuestro Sistema de Gestión de la Calidad ISO-9001 es eficaz o no.

• Afección a la producción.

Las acciones que llevemos a cabo sobre los errores o defectos detectados dependerán de su naturaleza, es decir de si afecta o no a la producción. Si hablamos de un defecto que se detecta de un modo interno y que no se transmite hasta el proceso productivo, no se deben hacer saltar las alarmas de calidad. Si el Sistema de Gestión de la Calidad ISO9001 está implantado correctamente, bastará con establecer las medidas correctivas pertinentes para que desaparezca el error y no se vuelva a producir.

• Percepción por el cliente.

Si el cliente percibe el error hay que activar sin duda las alarmas de calidad y saber darles una respuesta clara y lógica al problema. Nos tocará entonces establecer una trazabilidad, parar los artículos que hayan sido afectados por el problema y, por último, a través del Sistema de Gestión de la Calidad ISO 9001, adoptar las medidas necesarias para que el problema se corrija y se evite.

• Posibilidad de reprocesamiento.

Cuando ya hemos detectado el defecto, cabe la posibilidad de reprocesar el artículo para eliminarlo. Además podemos recopilar todos los productos que hubiese hasta el momento, revisarlos y reprocesarlos antes de que lleguen a manos de los clientes.

Si no se puede reprocesar es necesario considerar todas las variables que afectan al producto y tomar una decisión con sentido común.

Antes de nada debemos preguntarnos, ¿es un error apreciable por el cliente? Si la respuesta es sí, ¿qué podemos hacer para subsanar la gravedad del mismo? ¿La política de calidad de nuestra empresa contempla la posibilidad de ofrecer artículos defectuosos?

El Sistema de Gestión de la Calidad ISO-9001 lo que pretende evitar es que ocurran estos problemas, y que el cliente reciba los productos o servicios que ofrezca una organización con los niveles más elevados de calidad posible.

Lo que siempre será necesario en estos casos es buscar una causa, comunicar la incidencia detectada al responsable en cuestión y, si fuera posible, cambiar lo que provocó el incidente para que no vuelva a ocurrir.

Quizás usted piense que existen muchas más variables para establecer la gravedad de un defecto de calidad que las que hemos expuesto.

A finales de este año se publicará la nueva norma ISO 9001:2015 sobre los requisitos de los Sistemas de Gestión de la Calidad, con ella se adecuaran tales requerimientos a las necesidades de las organizaciones de hoy día para no perder la calidad en sus productos o servicios.

Estos requisitos que tendremos a partir de la nueva edición del estándar estarán alineados con la Estructura de Alto Nivel que propone el Anexo SL, y vienen cargados de novedades y cambios que todas las organizaciones tendrán que afrontar para adaptar sus Sistemas de Gestión de la Calidad.