¿Qué son los objetivos de calidad?
Objetivos de calidad
Los objetivos de calidad son el medio con el que la empresa puede enfilar todos sus esfuerzos para cumplir con la política de calidad, de aquí que mediante la medición de los objetivos y los indicadores que contienen se consiga determinar el grado de cumplimiento de la política de calidad.
¿Deben tener coherencia con la política de calidad?
Gracias a los objetivos de calidad estableceremos el grado de cumplimiento de la política de calidad. Por este motivo, es muy necesario que exista coherencia entre los objetivos y la política de calidad.
¿Cómo cumplir con el requisito 6.2. “Planificación de los objetivos de calidad?
Existen diferentes modelos que las empresas implementan y adecuan para cumplir con este requisito pero que no van mucho más allá, por ejemplo, Total Quality Management (TQM), European Foundation for Quality (EFQM) o el famoso Balanced ScoreCard (BSC).
Queremos mostrarle también una serie de pasos que te permiten cumplir con los requisitos:
- Planificar los objetivos de calidad. Como ya se ha mencionado, es necesario que nos aseguremos de que exista relación entre objetivos, política de calidad y cómo los procesos van a aportar al cumplimiento desde los objetivos. El requisito 6.2.2. establece mediante una serie de puntos, que debe tener la planificación de los objetivos de calidad. Siendo una buena referencia para fortalecer la planificación.
- Documentar: es necesario asegurarse de que existe evidencia de que los objetivos se encuentran perfectamente establecidos.
- Comunicar los objetivos a toda la empresa. Hay organizaciones que profundizan mucho realizando un despliegue desde política de calidad hasta los objetivos del colaborador.
- Medir, analizar y toma decisiones. Se plantean los objetivos e indicadores, debiendo realizar su medición. Esto supone que cada indicador tiene que estar totalmente definido. Si bien, parte de este trabajo hace parte del requisito 9.1.1.
¿Sabías que dependiendo la clasificación de los objetivos va a variar su planificación y seguimiento?
Las organizaciones tienen la idea de establecer metas que generen desafíos, la metodología es sencilla y práctica, permitiendo cuantificar si el trabajo se está haciendo bien, enfocados en una estructura de alto nivel para toda la organización, donde cada integrante cuenta con sus propios logros a conseguir.
Puede ser que nos abrumemos por tantas asignaciones, el equipo de control de calidad solicita indicadores de gestión, los supervisores de seguridad industrial los índices de accidentes, los jefes asignando responsabilidades y nosotros mismo intentado mejorar nuestra competencia, poniéndonos metas personales que se suman a todos los objetivos de la empresa.
¿Cuál es la solución a todos estos problemas?
Primero, preparar un listado con todos los objetivos y asígnale prioridades baja, media o alta, teniendo en cuenta la planificación estratégica de la empresa y el impacto de que pueden generar en el Sistema de Gestión.
Segundo, seleccionar los resultados previstos que vayan directos a la acción, considerando una cantidad manejable en un rango de 3 a 5 objetivos que se puedan englobar en los aspectos más importantes.
Tercero, clasificar los objetivos en proyecto, tarea o hábito, teniendo en cuenta que:
- Proyecto: cuenta con una fecha de inicio y fin, y que derivan diferentes tareas de forma paralela o consecutiva.
- Tarea: se lleva a cabo en una fecha específica, requiere de un solo paso.
- Hábito: son los que repiten con frecuencia.
- Meta: son objetivos numéricos.
Es necesario realizar una organización de los tipos de objetivos en la herramienta de trabajo correspondiente.
Se deben ir tachando los objetivos cumplidos, esto genera satisfacción y motivación para continuar con el resto de los pendientes.
Analizar los resultados antes de definir los nuevos objetivos o las nuevas metas de los ya existentes, siendo necesario para tomar decisiones en base a los datos recabados.
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